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Energia solar y otras

Autora: HUGOLINA G. FINCK

Es imposible dejar de usar porquerías contaminantes, ensuciadoras, porque no existen los satisfactores que necesitamos, fabricados con otros materiales. Es necesario un corpiño, tiene nylon; una computadora, es de plástico; un coche, es de plástico; una bolsa para comprar mis víveres, es de plástico.

Si el plástico no existiera, bien podría haber computadoras hechas con maderas recicladas y con láminas metálicas; habría corpiños frescos y relucientes, de algodón peinado; lujosas bolsas de ixtle, de ese que ya no se siembra en el norte de México porque el plástico, lo desplazó. Habría huaraches, sombreritos, alfombras, cinturones y morrales fabricados con henequén coloreado, de ese que ya no se siembra en Yucatán, porque es más importante ensuciar el planeta, que darle trabajo al campesinado y al artesano creativo.

La Tierra cuenta con energías limpias, que no matan la vida y conservan la existente. Tales progresos ya se usan, pero tan mínimamente que no dan lugar aún para que el planeta Tierra renueve la vida que el mismo produce. Las energías eólica, hidráulica, geotérmica, biomasa, maremotriz y solar, necesitan del apoyo económico de los países y organizaciones mundiales.

La energía eólica se usa desde tiempo inmemorial, con ella se secaban las cabelleras los cavernícolas; el molido de cereales tuvo esa energía romántica y bella, es todo un poema mirar las aspas de los molinos moverse al viento; oír a las semillas crujir bajo la presión cadenciosa de las muelas, es retórica. Los barcos de vela con esos ondulantes movimientos rítmicos que Eolo les produce son gratos a la vista, tranquilizan los nervios más desatados al mirarlos desde tierra, y en el vaivén del agua, ver la hinchazón de las velas en cubierta es sentir un vuelo hacia el sinfín.

La hidráulica, bien pensada y aplicada acatando las caídas de agua naturales o fabricando algunas sin dañar a la naturaleza en cada zona, no es agresiva y sí, del todo benéfica. También es agradable a la vista, estar mirando esas aspas (de madera o hierro) trabajando accionadas por el agua límpida y salpicante; es un romance que invita a la musa en la inspiración de poemas, y el sonido del agua al caer en esas aspas gigantescas lleva a la vivencia en las latitudes de algún Olimpo. La energía hidráulica enclavada en zonas naturales, llenas de verdor, es agradecida por Natura, ella proporciona la cascada que el humano inteligente aprovecha para su bienestar sin dañar el curso de las aguas. Esta energía también acciona a quien se baña, sea vegetal o animal; el humano renueva su fuerza energética con un baño en mar, en lago, en río, en cascada o en simple y prosaica regadera. Las aguas termales son sanadoras, hay otras llenas de sales, que alejan las enfermedades. Es tan agradable estar bajo el agua que hay humanos que cantan… que sólo estando bajo la regadera, cantan. El baño sanea el cuerpo y tranquiliza la psiquis.

La energía geotérmica es menos aprovechada; está a diez metros abajo del piso o más, es calor que puede aprovecharse llevándola a la superficie a calentar hogares o hacer trabajar maquinaria industrial; la geotérmica está bajo los supermercados que pueden llevarla a sus instalaciones tanto de refrigeración como de iluminación; está bajo los pies de cualquier edificio de oficinas, para satisfacer cuanta energía utilicen sus computadoras, sus fuentes lumínicas, sus acondicionadores de aire térmicos. Está bajo las ruedas de los transportes que deberían tener estaciones cada tantos o cuantos kilómetros, para cargar sus acumuladores. Así como ahora hay gasolinerías, deberá haber proveedores de energía geotérmica que la sacaan de su propio subsuelo. Está bajo las carreteras para transportar también vagones o cables con teleféricos. Los países que ya usan esta energía son los de primera magnitud. El primero fue Suecia, le siguieron Alemania, Estados Unidos, Francia, Finlandia y Japón. ¿México para cuándo?

La energía que se puede obtener de la biomasa compactada en briquetas con olote o cualquier paja, sirve para calentadores hogareños e industriales; se obtiene de todo el desperdicio de las cocinas tanto hogareñas como de restaurantes y de industrias alimentarias. También puede obtenerse de las aguas negras, que se verán beneficiadas al limpiarlas extrayéndola. En México hay miles de kilómetros de canales de desagüe, que lo único que hacen es ensuciar las aguas de ríos, lagos, océanos y mantos freáticos. Instalar captadores de biomasa para transformarla en energía, será fácil y productivo; creará fuentes de trabajo y ahorro de potencias desperdiciadas.

De los océanos se pueden obtener dos energías la undimotriz y la maremotriz; la primera en el suelo de los mares y océanos aprovecha las corrientes naturales de las aguas saladas y la segunda en las costas, construyendo muros donde choquen las olas produciendo energía. México tiene golfos, mares y océanos pero no cuenta con instalaciones para aprovechar tan grande energía.

La energía solar es la más adecuada para sustituir a las gasolinas porque el Sol, siempre estará ahí; cada veinticuatro horas se aparece por el Este y nos ilumina. Esa luz y ese calor, deben ser aprovechados al máximo: Como guisar en un horno de fácil fabricación casera dándole al Sol la oportunidad de hacer muy sabrosos y suaves los alimentos. Podemos hacer que la energía solar, sea un conservador alimenticio poniendo ante sus rayos los comestibles, para que los seque y así, sin echarse a perder, duren años y más años, porque lo único que se debe hacer para poder cocinarlos después, será agregarles el agua que la energía solar se llevó para hacerlos duraderos. Cocinar con rayos solares, es darle a la comida un sabor espléndido y natural no conocido por la inmensa mayoría de los comensales.

Los techos de toda casa o edificio, están totalmente desaprovechados, en ellos deben instalarse “abanicos” movidos con la misma energía del Sol, que como peonzas giren, para que sus caras siempre sean bañadas por los rayos solares. Así como hay antenas parabólicas, así debería haber en las azoteas antenas captadoras de energía solar, que eliminaran los cables eléctricos que las calles y avenidas tienen colgados de horribles postes. Así las aves no tendrán más remedio que ir a posarse sobre las ramas de los árboles y no, en los discordantes cables eléctricos. Toda pared de alto edificio, también debería estar dotada de captadores de energía solar, en cualquier punto cardinal al que apunten, y también en el zenit, en la azotea.

Las alberquitas inflables, en las que los infantes se divierten al máximo, deberían ser fabricadas con hule, no con plástico y además tener interconstruida una cubierta negra, para captar la energía solar que caliente el agua contenida, sin necesidad de estar llevando a ellas una manguera con agua caliente, o en el peor de los casos, cubetas y más cubetas con agua calentada en algún otro lugar. Se dejará la cubierta extendida cuando no esté en uso, y ella servirá para calentar el agua y librarla de basuras como hojas y polvo; cuando la chamacada quiera usarla, se enrollará ésta cubierta, permitiendo la entrada al bullicio.

Otra manera de aprovechar la energía solar en casa, es un secador de vegetales y de carnes; comprarlos en los tiempos de baratura, y exponerlos al sol para secarlos, en una plancha diseñada para ello, después conservarlos en cajas (de cartón) para su aprovechamiento en las épocas de vacas flacas, porque sólo se deberá agregar el agua que el sol les quitó y guisarlas, así de fácil.

Para instalar los secadores solares, hace falta una azotea pequeñita o un patio pequeñito o simplemente un balcón, en donde se tenderán carnes y vegetales a secar para guisarlos… dentro de algunos meses.

Lo más importante del aprovechamiento de la energía solar, es su captura para la producción de Vitamina D. Los animales producimos esta vitamina a partir de los rayos solares incidiendo en la piel. Esta vitalidad hace que el calcio se fije en los huesos. Todo humano debe asolearse, cuidando de no quemar la piel; asolearse es la fórmula para tener la osamenta sana. En invierno hay mayor cantidad de suicidios y mayor número de muerte de ancianos; esto se debe a que hay menos horas de luz; más oscuridad igual a más tristeza, que redunda en maleficio, en enfermedades del ánimo, que no permiten el buen funcionamiento de los medicamentos tanto para sanar, como para elevar a la felicidad. Las enfermedades invernales son más peligrosas que las veraniegas, por ese simple motivo. A la humanidad se le antoja asolearse en verano y se cubre en invierno, tapa su piel, no deja que a ella llegue la energía solar. La juventud y la adultez, deben poner atención en asolearse durante esa estación y también, deben provocar que la niñez capte tal energía, directamente en la piel. Respecto a la vejez y la ancianidad, deben ser vigiladas por la adultez, para que los rayos solares incidan en las pieles de los viejecitos que en sillas de ruedas o mecedoras, sean llevados a los patios, a los jardines, a las calles… a tomar el sol. Y ¡Claro! no deben olvidarse de ellos, un ratito, diez minutos al día, servirán para recargar de Vitamina D a los ancianitos.

Lo único que se hace globalmente para aprovechar la energía solar, es ponerla a secar la ropa, y eso es bien poco. Aprovechar la energía solar, es quitar las gasolinas para siempre y también ahorrar el alumbrado eléctrico, construyendo un techo que capte la energía de nuestra estrella, para que funcionen todos los aparatos eléctricos.

Una alberca, con agua calientita, para meterse en ella todas las tardes, después de los deberes cumplidos, bien puede calentarla el Sol.


HUGOLINA G. FINCK Y PASTRANA

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